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lunes, 9 de diciembre de 2013
Un argumento novelado
El argumento novelado de la película "Angelina o el honor de un brigadier" (dirigida por Louis King) fue publicado por la editorial Bistagne en 1935. La edición incorpora, además de algunas fotografías de la película, unos versos del propio Jardiel Poncela escritos para la obra.
miércoles, 16 de octubre de 2013
Los nuevos aranceles
¿A que esto mismo podría haberse escrito hoy? Pues es nada menos que de 1922.
Pronto en los labios tendremos
las amarguísimas hieles,
los sinsabores supremos
de los nuevos aranceles.
¡Ni podremos comer rancho
con tal ley arancelaria!
¿Por qué no viene un buen Sancho
a esta ínsula Barataria?
En situaciones tan tristes,
frente a este dolor sin par,
no hay quien imagine chistes…
¡España va a naufragar!
Del nuevo arancel la rueda
nos aplasta, nos tritura,
sólo protesta este cura…
¡Que se salve aquel que pueda!
Ante situación tan seria,
nadie grita; todos gimen…
¡Y todos hieren y oprimen
al pobre león de Iberia!...
Y el león, que fue el altivo
emperador de otros tiempos,
a fuerza de sufrimientos
yace más muerto que vivo…
Sobre su cuerpo, cansado
de lanzar rugidos fieros,
los tiranos, los logreros
bailan un zapateado.
¡Pero, ¡ay! si algún día siente
nueva acometividad,
de un zarpazo solamente
obtendrá su libertad!
(Publicado en La Correspondencia de España, 14 de febrero de 1922)
Pronto en los labios tendremos
las amarguísimas hieles,
los sinsabores supremos
de los nuevos aranceles.
¡Ni podremos comer rancho
con tal ley arancelaria!
¿Por qué no viene un buen Sancho
a esta ínsula Barataria?
En situaciones tan tristes,
frente a este dolor sin par,
no hay quien imagine chistes…
¡España va a naufragar!
Del nuevo arancel la rueda
nos aplasta, nos tritura,
sólo protesta este cura…
¡Que se salve aquel que pueda!
Ante situación tan seria,
nadie grita; todos gimen…
¡Y todos hieren y oprimen
al pobre león de Iberia!...
Y el león, que fue el altivo
emperador de otros tiempos,
a fuerza de sufrimientos
yace más muerto que vivo…
Sobre su cuerpo, cansado
de lanzar rugidos fieros,
los tiranos, los logreros
bailan un zapateado.
¡Pero, ¡ay! si algún día siente
nueva acometividad,
de un zarpazo solamente
obtendrá su libertad!
(Publicado en La Correspondencia de España, 14 de febrero de 1922)
viernes, 31 de mayo de 2013
El sexo débil ha hecho gimnasia (datos técnicos)
EL SEXO DÉBIL HA HECHO GIMNASIA
Denominación: Tragicomedia en dos partes en verso y prosa.
Escrita en 1946 en los siguientes lugares: Café Gato Negro de Madrid, Café Luna de Barcelona, coche cama de un tren y otro café de Madrid.
La primera parte consta de 1.673 versos.
Obtuvo el Premio Nacional de Teatro en 1946, como la mejor comedia del año.
Nº de personajes: 30 (18 femeninos + 12 masculinos).
[Adelaida, Lila, Lucía, Cholina, Marcelina, Tilendi, Rosalía, Churra, Juana, Machuca, Julia, Mitó, Pancha, Pitoca, Blasa, Mengana, Emiliana, Fulana // Feliciano, Eliseo, Mariano, Joaquín, Leoncio, Leonardo, Teófilo, Adelciso, Román, Rovirosa, Ramiro, Rodolfo].
Escenario: 1ª parte, salita de recibir y de estar en un piso de la burguesía acomodada del barrio de Maravillas [c/ de la Palma Alta] de Madrid en 1846. 2ª parte, misma salita en 1946.
Época: 1846 y 1946.
Secuencia temporal: Acto 1º, a mediados de diciembre, la una de la tarde; Acto 2º, en primavera, a la una de la tarde.
Sinopsis: Una historia que se repite cien años después, pero al revés.
Argumento: Los problemas y vicisitudes sentimentales de una tía y sus sobrinas de la sociedad burguesa de mediados del siglo XIX, acaban repitiéndose cien años más tarde en otra familia de las mismas características, con desenlaces bien diferentes debido a que las mujeres deciden pasar a la acción y no asumir su papel de víctimas.
Desarrollo de las escenas:
[Acto 1]
Adelaida, dueña de la casa, se está arreglando para recibir invitados a comer. Conversa con las criadas y con su sobrina Pancha, la hija mayor de su hermana Flor, fallecida años atrás. Hablan de la reina Isabel II y de política exterior. Mientras, Rosalía, otra sobrina, toca el piano. Van apareciendo otros personajes: Lucía, una nueva sobrina, Blasa y Emiliana, criada y peluquera de la señora. Llega Juana, otra sobrina, con una carta para Francia. Blasa cuenta a Emiliana la historia de la familia. Aparece Felicio y se interesa por el relato. Regresa Adelaida con otra sobrina, Marcelina, que quiere confesar un secreto, pero Felicio, en su condición de médico, la manda retirarse a descansar. Se habla acerca de París. Llega Mariano, novio de Lucía y joven poeta que acaba de estrenar un drama con enorme fracaso, y que se siente como muerto. Sale al balcón a charlar con su novia. Aparecen Julia, la sexta sobrina, y su esposo Teófilo. Juana irrumpe llorando al conocer que su enamorado está casado aunque separado y que pretende fugarse con ella, plan que ella ha rechazado. Felicio hace una extraña declaración de amor a Adelaida, que ésta no acepta. Regresan del balcón Lucía y Mariano, éste con el propósito de suicidarse. Irrumpe Blasa con la paella y al poco aparece Marcelina, que confiesa estar embarazada y su deseo de ingresar en un convento. Se enteran de que Mariano, que acaba de irse, se ha pegado un tiro, y hay conmoción general. También la joven Rosalía llora al ver muerto a su perrito. Leoncio, pretendiente de Pancha, empieza a desvariar al ver el muerto desde el balcón. Adelaida se lamenta de las desdichas de todas sus sobrinas y se queja de la dura condición de la mujer. Y hace cambiar el retrato que preside el salón, poniendo a cambio el del joven suicida, Mariano.
[Acto 2]
Mengana y Román están descolgando el retrato antiguo del acto anterior, cuando entra Lila, dueña de la casa, dando instrucciones. Tilendi, una sobrina, al ver el cuadro antiguo se muestra indignada y dispuesta a destrozarlo a cuchilladas. Mengana lo soluciona tirándolo por la ventana. Tilendi habla con su tía de Rodolfo, su ex-novio. La pequeña Churra, escuchando tras la puerta, se entera de todo. Mientras, Machuca, otra hermana, escribe a máquina, a salvo de las miradas de la pequeña y procurando que ésta no cotillee. Suena el teléfono y preguntan por el horario de un tren, a lo que Machuca contesta, enteradísima. Se desvela que está escribiendo a la esposa de su novio, circunstancia de la que se ha enterado la víspera, aunque lleva separado de ella seis años. En la carta advierte a esa mujer que no se le ocurra volver con su marido. Llega Cholina y comenta el fracaso del estreno teatral de su novio Joaquín. Éste se muestra abatido. Vuelven a llamar preguntando por el horario de un tren, cosa habitual en la casa porque tienen un número parecidísimo al de Renfe. Eliseo, amigo de uno de los novios, conversa con Lila acerca de parientes lejanos, y más tarde con Churra, que le cuenta peculiaridades de la familia. Continúan las presentaciones y todas las hermanas se ponen a hacer el indio, bromeando. Se descubre que Tilendi está embarazada. Aparece Rodolfo, el novio de Tilendi, dispuesto a reconciliarse con ella, pero ella zanja la cuestión afirmando que no tiene intención de casarse con él, a pesar de estar esperando un hijo, y acaban echándolo de mala manera. Machuca trae un documento en donde se pacta la indemnización que ha de darle Ramiro. Pitoca y Leonardo se comprometen en matrimonio, y por fin Eliseo se declara a la dueña de la casa, lo que ésta acepta encantadísima.
Comentario: Obra excelente en donde se combina la prosa y el verso, y en donde dos historias alejadas cien años una de la otra y sin aparente relación, terminan por presentar múltiples paralelismos, con desenlaces, eso sí, completamente diversos.
Gracias a ese paralelismo de personajes y situaciones, resulta posible -casi diríamos que necesario- que sean los mismos actores quienes interpreten dos papeles diferentes, aunque estén separados por el abismo de un siglo. Así, Lila es el equivalente moderno de Adelaida, y, tanto la una como la otra tienen 6 sobrinas, cada una con sus problemas o pequeños dramas y con la misma edad en ambos actos. También los novios y parejas se ven inmersos en situaciones equivalentes: el correlativo de Mariano también acaba de estrenar un drama, que resulta un sonoro fracaso. También la ubicación de las historias es idéntica, aunque cambia totalmente la decoración (excepto el cuadro colgado de la pared).
Como contraste entre lo antiguo y lo nuevo, Jardiel emplea el verso en la primera parte y la prosa en la segunda. Los versos riman en consonante sin un esquema estrófico fijo, y predominan mayoritariamente los endecasílabos y heptasílabos, con una técnica nada despreciable. Las rimas no resultan empalagosas ni obvias, ni cae en el ripio, sino que fluyen con naturalidad de las boca de los personajes.
No falta la comicidad en las situaciones, y una vez más es de destacar la aparición de un personaje vinculado al estamento médico. Y los rasgos de locura de esta familia, sobre todo de la 'moderna' nos hacen recordar a los inolvidables Briones de Eloísa...
Si el primer acto es notable, aún lo es más el segundo, destacando el personaje de Churra, la sobrina pequeña, y en especial el de Lila, la dueña de la casa, que es un puro disparate empezando por los nombres que elige para nombrar a las personas de su entorno, hasta las ocurrencias que va desparramando a lo largo de todo el segundo acto.
Sin embargo, hay algún pequeño detalle que se le escapa a Jardiel, como el denominar a Mitó quinta y última de las hermanas, cuando en realidad son seis. También quedan un par de detalles oscuros, como son: 1º por qué Felicio, en el primer acto, sabe tanto de la familia; y 2º por qué Tilendi tiene ese pavor exacerbado al cuadro antiguo.
Estreno: En el teatro de la Comedia de Madrid el 4 de octubre de 1946, y por la compañía del propio autor en el teatro Barcelona de Barcelona el 10 de octubre de ese mismo año.
Reparto: (Madrid): Milagros Leal, Rosalía Abollo, Adela Corado, Herminia Lemos, Rosario Sánchez, Rosario Soriano, Mari Campos, Julia Medero, Cecilia Ferraz, Concha Sánchez, José Orjas, Antonio Riquelme, Ricardo Alpuente, Leandro Alpuente, Almendros, Cuadrado, Mathias y Carmona.
(Barcelona): Aurelia Guillén (Blasa y Mengana), Carmen Labajos (Rosalía y Churra), Milagros Carrión (Juana y Machuca), Mª Paz Molinero (Adelaida y Lila), Juana Cáceres (Emiliana), Trini Montero (Pancha y Pitoca), Mª Luisa Ponte (Lucía y Cholina), Emilio Menéndez (Feliciano Rocamora y Eliseo Rascafría), Anna Farra (Marcelina y Tilendi), Gregorio Díaz Valero (Mariano y Joaquín), Eduardo Hernández (Leoncio Pamela y Leonardo Mencheta), Tomás M. Cao (Teófilo y Adelciso), Mª Luisa del Valle (Julia y Mitó), Germán Algora (Román), Luis Manzano (Rovirosa), Rafael Cortés (Ramiro), Juan Balaguer (Rodolfo), Pilar Bocanegra (Fulana).
Decorados: Sigfrido Burmann.
Crítica del estreno: Excelente acogida tanto en Madrid como en Barcelona; el público rió más durante la segunda parte, pero también aplaudió menos.
“Durante el curso de la representación, grandes carcajadas jalonaron las ocurrencias humorísticas constantes y las divertidas originales situaciones en que abunda la obra, algunas de las cuales fueron también recibidas con aplausos. Sonaron éstos insistentemente al terminar cada jornada y el telón se alzó innumerables veces, mientras el autor, requerido por el público, saludaba en unión de sus intérpretes”.
Adaptaciones TV:
Programa: Estudio 1. Fecha de emisión: 2 may 1979. Intérpretes: Covadonga Cadenas, Jesús Enguita, Mª Elena Flores, Pilar Laguna, Paco Racionero, Emiliano Redondo, Carmen Roldán, Manuel Salgueró, Elena Mª Tejeiro, Francisco Vidal, etc.
Publicaciones:
- El sexo débil ha hecho gimnasia, Biblioteca Teatral, nº 98, 1946.
- El sexo débil ha hecho gimnasia, Novelas y Cuentos, nº 1524, Madrid, 24 julio 1960, 53 pps.
- Obras completas, AHR, 1958, 1960, 1963, 1965, 1967, 1969, 1970, 1971, 1973.- Tres comedias escogidas, Aguilar, 1962.
LA CRÍTICA HA DICHO:
[...] Esta comedia desmiente todo lo que se ha dicho respecto a la caída de Jardiel Poncela. Ella sola, con una fuerza inmensa, viene a desmentirlo. El sexo débil ha hecho gimnasia fue un éxito rotundo. Se estrenó en Barcelona y en Madrid al mismo tiempo; en Madrid, por la compañía titular del teatro de la Comedia, con Milagros Leal, que estuvo exquisita en su papel de Adelaida, en el primer acto, y dinámica y divertidísima, como sólo ella sabe hacerlo, en la Tía Lila, del segundo, junto a Leoncio y Pamela, que tan magistralmente llevó a escena Riquelme; en Barcelona alcanzó un éxito tan grande o mayor, de estreno y de taquilla, interpretada precisamente por la compañía que dirigía y de la que era empresario mi padre, con María Paz Molinero y Eduardo Hernández al frente.
Cómo la escribió
Enrique Jardiel Poncela ya estaba enfermo. Su única caída fue la enfermedad. Escribir esta obra ya le costó mucho trabajo. Lo que antes hubiera escrito en quince días, ya le costaba meses. Sufría mucho por eso y nos hacía sufrir a los que estábamos a su lado. La empezó en Madrid, en el café del Gato Negro, y también en el de la Luna, de Barcelona. Estaba yo entonces en Barcelona con él, y recuerdo que tenía que venir a Madrid precisamente para entregar la comedia a la compañía del teatro de la calle del Príncipe, que la esperaba para empezar los ensayos. Hicimos el viaje en coche cama; no durmió en toda la noche; se la pasó íntegra escribiendo, y todavía, al separarme de él, me dijo:
- Voy a meterme en un café, a ver si termino esto...
Lo terminó, pero le costó mucho.
El público no sabía lo que había sufrido el autor de aquella obra escribiéndola, ¡aquella obra que tanto gustaba!... El estreno de El sexo débil ha hecho gimnasia fue un éxito rotundo, un éxito como cualquier otro de los que tuvo cuando estaba bueno; pero ahora estaba enfermo, muy enfermo... Poco después se la premiaron, como la mejor obra estrenada en el año, con el Premio Nacional de Teatro. ¿Por qué han tenido especial cuidado todos los periódicos en callar este premio en la vida de un hombre que ya se estaba acabando?... No lo sé... Él siempre pensó que con su muerte vendrían las letanías, que con su muerte vendría la justicia que le habían estado negando tantos años...
(Evangelina Jardiel Poncela)
La comedia El sexo débil ha hecho gimnasia se desarrolla en dos tiempos muy lejanos entre sí, 1846 y 1946. Las protagonistas de 1846 son una réplica exacta de las que encontramos un siglo antes, pero no son las mismas, no existe aquí el malabarismo del tiempo de la comedia anterior [Cuatro corazones]. El autor pretende demostrar con su obra la evolución que la sociedad ha experimentado con respecto al comportamiento de la mujer que pasa de la sumisión del primer tiempo a la actividad extraordinaria e irreflexiva del segundo que el autor critica deshumanizándola, ironizando sobre ese falso progreso de la mujer.
(Carmen Escudero)
Personalmente, no me gusta ni me parece merecedora del galardón que obtuvo, a no ser que le fuese concedido como homenaje a su obra en general. Quizás en esta opinión adversa mía influya el hecho de que ya es un tema pasado y manido para la generación joven actual, aunque hoy día está de moda la literatura de protesta, de “libertad ante la sociedad”. Su hija Evangelina tiene una comedia inédita sobre este tema, titulada La verdad que no es mentira, en la que, según la tendencia teatral de hoy de simplificar el argumento y los personajes, una mujer que va a tener un hijo ilegítimo hace frente a la sociedad y no siente vergüenza por ello; fijémonos en que esto constituía solamente una de las figuras femeninas en la obra de su padre.
No es una comedia humorística, sino cómica, casi astracanesca. Los personajes son caricaturescos y la poesía ha sido sustituida por la acción, como ocurre siempre en los momentos cómicos de las obras de Jardiel.
(Manuel Ariza)
A través de su peculiar humorismo, Jardiel Poncela evoca un ambiente femenino de un siglo atrás y otro ambiente análogo, después de que “el sexo débil ha hecho gimnasia” en la época actual, mostrándose indudablemente más afortunado en la primera pintura, rematada con una escena de fuerte humanidad, que en la segunda, excesivamente recargada de tintas y en la que se advierten atisbos de unas costumbres no muy en consonancia con la moral y que, felizmente se apartan de la realidad.
El diálogo es vivo y ocurrente, aunque algunas de las ocurrencias –tal las de las repetidas alusiones a las correrías de una perrita- no revelan refinado gusto, y el público, siempre predispuesto a regocijarse con los dichos y hechos “jardelianos”, ríe y no regatea el aplauso.
(U. F. Zanni, La Vanguardia, 11 de octubre de 1946)
sábado, 13 de abril de 2013
Piropos con gracia
El otro día al pasar
por la calle de Bailén,
me vi obligado a escuchar
de labios de un pollo bien
una gracia trasnochada
que le dijo a una señora,
y ésta, que era encantadora,
se alejó ruborizada.
Porque la gracia en cuestión,
¡oh, la española hidalguía!,
sólo era una grosería
indigna de esta nación.
A poco le doy un lapo…
Y yo defiendo el piropo,
mas cubierto con un tropo,
¡no cubierto con un trapo!
Una mujer distinguida
agradece esta salida,
dicha con un sombrerazo:
“Tiene usted una caída
de ojos que es un batacazo…”
Y a toda mujer da risa
si con picardía aviesa
y con gracia salerosa
se la murmura con guasa:
“Cuando usted pasa no pisa,
y cuando pisa no pesa.
Si quiere, a mi lado posa
en la calle de la Pasa”.
Pero a lo que no hay derecho
estimados caballeros,
es a mostrarnos groseros
con la que el Señor ha hecho
para delicia del hombre…
¡Mujer! Letras deliciosas,
que forman, juntas, el nombre
de la diosa de las diosas…
Mujer, a tus pies estamos;
con esas letras nos cetras…
Nadie protesta esas letras…
¡todos, todos las pagamos!
(Publicado en La Correspondencia de España, 5 enero 1922)
por la calle de Bailén,
me vi obligado a escuchar
de labios de un pollo bien
una gracia trasnochada
que le dijo a una señora,
y ésta, que era encantadora,
se alejó ruborizada.
Porque la gracia en cuestión,
¡oh, la española hidalguía!,
sólo era una grosería
indigna de esta nación.
A poco le doy un lapo…
Y yo defiendo el piropo,
mas cubierto con un tropo,
¡no cubierto con un trapo!
Una mujer distinguida
agradece esta salida,
dicha con un sombrerazo:
“Tiene usted una caída
de ojos que es un batacazo…”
Y a toda mujer da risa
si con picardía aviesa
y con gracia salerosa
se la murmura con guasa:
“Cuando usted pasa no pisa,
y cuando pisa no pesa.
Si quiere, a mi lado posa
en la calle de la Pasa”.
Pero a lo que no hay derecho
estimados caballeros,
es a mostrarnos groseros
con la que el Señor ha hecho
para delicia del hombre…
¡Mujer! Letras deliciosas,
que forman, juntas, el nombre
de la diosa de las diosas…
Mujer, a tus pies estamos;
con esas letras nos cetras…
Nadie protesta esas letras…
¡todos, todos las pagamos!
(Publicado en La Correspondencia de España, 5 enero 1922)
sábado, 20 de octubre de 2012
Dos poemas inéditos
Dos poemas contenidos en un artículo inédito de Jardiel titulado: De actualidad palpitante: el corazón.
(diálogo)
- Somos la sangre venosa.
- Somos la sangre arterial.
- Y no hacemos otra cosa
que dar el ritmo vital.
- Con toxinas a montones
son nuestras gotas impuras.
- Pues corred a los pulmones
que os limpiarán, criaturas.
- De los pulmones llegamos
nosotras precisamente
y allí dentro nos limpiamos
y estamos tan ricamente
hasta que nuevas toxinas
nos manchen otra vez y
como ahora nuestras vecinas
nos volveremos allí.
(romanza)
Así es, así
y gracias a mí
que descubrí
esa agitación,
la Humanidad
-en realidad-
conoce hoy día la verdad
de la cordial circulación.
Yo soy Miguel Servet,
un sabio muy discret-
el que arrancó el secret-
sanguíneo al cuerpo humá-.
Pero bien que lo sién-
ya que el descubrimién-
me valió ir al tormén-
en Ginebra un verá-.
Pues después de cautí-
fui allí quemado ví-
en premio de mi hazá-
de modo que hice el bú-
de una forma espantá-
y si llego yo a sá-
la suerte que disfrú-
cualquier día descú-
lo de la circulá-.
(diálogo)
- Somos la sangre venosa.
- Somos la sangre arterial.
- Y no hacemos otra cosa
que dar el ritmo vital.
- Con toxinas a montones
son nuestras gotas impuras.
- Pues corred a los pulmones
que os limpiarán, criaturas.
- De los pulmones llegamos
nosotras precisamente
y allí dentro nos limpiamos
y estamos tan ricamente
hasta que nuevas toxinas
nos manchen otra vez y
como ahora nuestras vecinas
nos volveremos allí.
(romanza)
Así es, así
y gracias a mí
que descubrí
esa agitación,
la Humanidad
-en realidad-
conoce hoy día la verdad
de la cordial circulación.
Yo soy Miguel Servet,
un sabio muy discret-
el que arrancó el secret-
sanguíneo al cuerpo humá-.
Pero bien que lo sién-
ya que el descubrimién-
me valió ir al tormén-
en Ginebra un verá-.
Pues después de cautí-
fui allí quemado ví-
en premio de mi hazá-
de modo que hice el bú-
de una forma espantá-
y si llego yo a sá-
la suerte que disfrú-
cualquier día descú-
lo de la circulá-.
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# Obras repudiadas y olvidadas,
# Su obra en verso
miércoles, 8 de agosto de 2012
Angelina y su madre
Figurines para Angelina y Marcela, dos de los personajes de Angelina o el honor de un brigadier, realizados para la nueva representación de la obra efectuada en 2009.
miércoles, 28 de diciembre de 2011
Cistornios alupéticos
Según se hipinia y se estronia
en la castuerce de altendra,
un Bucifanio de sendra
ha caneforado a lonia.
Si es tenósico el darruelo,
ya es sabido que baciquia
la paluérniga que atiquia
y pacinocia en tanielo.
Pero si drapa el costí
con un pancisio malfú
puede estosicar belú
lo racipodio de crí.
De modo que si bantrós,
el megalocies quirchí,
ha bagocinado el chí
de fatimosicotós.
Y hay quien sefina y canefa
con equisones tarrosa,
y hay quien pacina y malosa
por medio de cantalefa.
Dicho está ya bucifanio;
hipernesia la calinia,
y es seguro que tresinia
lo que seloquia tefanio.
Si confiesas con candor
que las líneas precedentes
te han llenado de estupor,
no des a olvido, lector,
que hoy es día de Inocentes.
Publicado en La Correspondencia de España, 28 de diciembre de 1921.
NOTA: El título de la entrada, "Cistornios alupéticos" es obra del autor de este blog, como modesta contribución a la gacetilla de Jardiel, que en realidad y como solía ser lo habitual, no tenía título determinado.
en la castuerce de altendra,
un Bucifanio de sendra
ha caneforado a lonia.
Si es tenósico el darruelo,
ya es sabido que baciquia
la paluérniga que atiquia
y pacinocia en tanielo.
Pero si drapa el costí
con un pancisio malfú
puede estosicar belú
lo racipodio de crí.
De modo que si bantrós,
el megalocies quirchí,
ha bagocinado el chí
de fatimosicotós.
Y hay quien sefina y canefa
con equisones tarrosa,
y hay quien pacina y malosa
por medio de cantalefa.
Dicho está ya bucifanio;
hipernesia la calinia,
y es seguro que tresinia
lo que seloquia tefanio.
Si confiesas con candor
que las líneas precedentes
te han llenado de estupor,
no des a olvido, lector,
que hoy es día de Inocentes.
Publicado en La Correspondencia de España, 28 de diciembre de 1921.
NOTA: El título de la entrada, "Cistornios alupéticos" es obra del autor de este blog, como modesta contribución a la gacetilla de Jardiel, que en realidad y como solía ser lo habitual, no tenía título determinado.
domingo, 20 de noviembre de 2011
El cartel que no fue
Para el reciente montaje de Angelina o el honor de un brigadier, a cargo de Juan Carlos Pérez de la Fuente, se hicieron algunos proyectos de carteles que finalmente fueron descartados.Tal es el caso del que ilustra esta entrada.
jueves, 3 de noviembre de 2011
La "fiesta nacional"
Es interesante conocer la opinión de Jardiel acerca de la mal llamada "fiesta nacional". El propio autor lo expresó así en una de sus Gacetillas rimadas:
¡Ya hay toros! Ya se ha salvado
la patria ante el festejo deseado.
Ya podemos, lector,
es un decir, claro es, coger un coche
y hasta hacer un derroche
de puros, de señoras y de humor.
Sentados en el gomas,
entre risas y bromas,
mientras trota el caballo con cachaza
podemos dirigirnos a la Plaza.
Y en una delantera,
o en un asiento pétreo de barrera,
podemos ver con gozo sin igual
nuestra llamada fiesta nacional.
¡¡Recuerno, con la fiesta!
Más monótona que ésta
nunca he visto otra fiesta en todo el Mundo...
Sale un toro y la diña; y el segundo
que sale al redondel
muere también, sangrando por la piel.
El tercero la diña, aunque no quiere,
(en este toro, cuando voy, me harto);
sale y muere lo mismo el toro cuarto,
y surge el quinto, que asimismo muere
bajo la espada que fulmínea hiere.
Corre la misma suerte el toro sexto,
y, si por un pretexto,
la corrida es más larga, el vil esclavo
que atiende por el séptimo, perece,
y, por fin, le acontece
lo mismo al toro octavo.
De ver morir claro es que no me asusto;
¡lo que digo, lector, es que es injusto
dar de fiesta el dicterio
a lo que es, simplemente, el cementerio
del Este o de San Justo!...
(Publicado en La Correspondencia de España, 21 febrero 1922.)
¡Ya hay toros! Ya se ha salvado
la patria ante el festejo deseado.
Ya podemos, lector,
es un decir, claro es, coger un coche
y hasta hacer un derroche
de puros, de señoras y de humor.
Sentados en el gomas,
entre risas y bromas,
mientras trota el caballo con cachaza
podemos dirigirnos a la Plaza.
Y en una delantera,
o en un asiento pétreo de barrera,
podemos ver con gozo sin igual
nuestra llamada fiesta nacional.
¡¡Recuerno, con la fiesta!
Más monótona que ésta
nunca he visto otra fiesta en todo el Mundo...
Sale un toro y la diña; y el segundo
que sale al redondel
muere también, sangrando por la piel.
El tercero la diña, aunque no quiere,
(en este toro, cuando voy, me harto);
sale y muere lo mismo el toro cuarto,
y surge el quinto, que asimismo muere
bajo la espada que fulmínea hiere.
Corre la misma suerte el toro sexto,
y, si por un pretexto,
la corrida es más larga, el vil esclavo
que atiende por el séptimo, perece,
y, por fin, le acontece
lo mismo al toro octavo.
De ver morir claro es que no me asusto;
¡lo que digo, lector, es que es injusto
dar de fiesta el dicterio
a lo que es, simplemente, el cementerio
del Este o de San Justo!...
(Publicado en La Correspondencia de España, 21 febrero 1922.)
sábado, 2 de julio de 2011
A propósito de las patatas...
Desde el día de ayer
la patata ha subido nuevamente.
¡Qué mal le hizo a la gente
con su descubrimiento Parmentier!
Si el francés no nos muestra
la jugosa patata,
que hoy, al subir, en ira nos desata,
otra sería la existencia nuestra…
La patata, lectores, es sencilla
como una codorniz.
No se mete con nadie y su cerviz
a aquel que la reclama a aquel se humilla.
Es paciente, callada en el sufrir,
¡oh, bondad de sufrir y de callar!,
ya se deja freír,
ya, estoica cual Zenón, se deja asar.
Si la inspiración toda
de Rioja se ve en la bella oda
a la rosa, ¿por qué
no hacer con igual fe
una oda barata
a la simpatiquísima patata?
Exquisita patata, hermoso don
venido del Empíreo, sin duda,
antes eras ayuda
de quien tenía poca asignación…
Hoy…, que se encargan otros de elevarte
a etéreas regiones,
no pueden alcanzarte
sino los que apalean los millones
o los que están de la Fortuna al filo.
A mí me hace penar
el no poder comprar
de tu especie harinosa un solo kilo…
¡Oh, viejo Parmentier,
lo que me estás haciendo padecer!
(Publicado en La Correspondencia de España, 29 de marzo de 1922)
la patata ha subido nuevamente.
¡Qué mal le hizo a la gente
con su descubrimiento Parmentier!
Si el francés no nos muestra
la jugosa patata,
que hoy, al subir, en ira nos desata,
otra sería la existencia nuestra…
La patata, lectores, es sencilla
como una codorniz.
No se mete con nadie y su cerviz
a aquel que la reclama a aquel se humilla.
Es paciente, callada en el sufrir,
¡oh, bondad de sufrir y de callar!,
ya se deja freír,
ya, estoica cual Zenón, se deja asar.
Si la inspiración toda
de Rioja se ve en la bella oda
a la rosa, ¿por qué
no hacer con igual fe
una oda barata
a la simpatiquísima patata?
Exquisita patata, hermoso don
venido del Empíreo, sin duda,
antes eras ayuda
de quien tenía poca asignación…
Hoy…, que se encargan otros de elevarte
a etéreas regiones,
no pueden alcanzarte
sino los que apalean los millones
o los que están de la Fortuna al filo.
A mí me hace penar
el no poder comprar
de tu especie harinosa un solo kilo…
¡Oh, viejo Parmentier,
lo que me estás haciendo padecer!
(Publicado en La Correspondencia de España, 29 de marzo de 1922)
martes, 24 de mayo de 2011
Visión de Nueva York
El cantante Carlos Celaya hizo una versión musical del poema de Jardiel titulado: Nueva York.
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# Actores e intérpretes,
# Su obra en verso
martes, 10 de mayo de 2011
Una Angelina del 79
Cartel publicitario para la puesta en escena de Angelina o el honor de un brigadier, en un montaje llevado a cabo por Gustavo Pérez Puig en 1978 y que recorrió diversos escenarios. En los principales papeles intervinieron Antonio Garisa, Pilar Bayona, Gemma Cuervo, Paco Valladares, José Mª Escuer, Jaime Blanch, etc.
lunes, 2 de mayo de 2011
Un ratero arrepentido
He visto en un telegrama,
que ayer un juez valenciano,
fue a tirarse de la cama
cuando acostumbra: temprano,
y al extender su mirada
por la sábana impecable,
lanzó un grito formidable.
Convenientemente atada
en un rollo, con bramante,
había una cantidad
muy crecida. ¡Ni en Bagdad
pasa nada semejante!
Meditó el juez un momento
sobre tan raro presente,
y pensó que un delincuente,
lleno de remordimiento,
o arrepentido, tal vez,
de su miserable acción
ideó la solución
de darle el dinero al juez.
¡Vaya un caso de conciencia!
¡Qué ratero más cabal!
¡Tal cosa, por nuestro mal,
no ocurre más que en Valencia!...
Si sucediese en Madrid
una cosa parecida,
había dado en el quid
de no escribir en mi vida.
Pues para ganar dinero
bastaba entreabrir la puerta
de mi casa, y, ya entreabierta,
esperar a que un ratero
sintiese remordimientos,
y así tendría seguros
a toneladas los duros
y las pesetas a cientos.
(La Correspondencia de España, 30 diciembre 1921)
que ayer un juez valenciano,
fue a tirarse de la cama
cuando acostumbra: temprano,
y al extender su mirada
por la sábana impecable,
lanzó un grito formidable.
Convenientemente atada
en un rollo, con bramante,
había una cantidad
muy crecida. ¡Ni en Bagdad
pasa nada semejante!
Meditó el juez un momento
sobre tan raro presente,
y pensó que un delincuente,
lleno de remordimiento,
o arrepentido, tal vez,
de su miserable acción
ideó la solución
de darle el dinero al juez.
¡Vaya un caso de conciencia!
¡Qué ratero más cabal!
¡Tal cosa, por nuestro mal,
no ocurre más que en Valencia!...
Si sucediese en Madrid
una cosa parecida,
había dado en el quid
de no escribir en mi vida.
Pues para ganar dinero
bastaba entreabrir la puerta
de mi casa, y, ya entreabierta,
esperar a que un ratero
sintiese remordimientos,
y así tendría seguros
a toneladas los duros
y las pesetas a cientos.
(La Correspondencia de España, 30 diciembre 1921)
jueves, 3 de febrero de 2011
Dos cantables
Dos cantables de la opereta Carlo Monte en Montecarlo, con letra de Jardiel Poncela y música de Jacinto Guerrero, estrenada en 1939.
sábado, 11 de diciembre de 2010
Los negocios
¿El negocio teatral?
¡Está muy mal!
¿El negocio editorial?
¡Está muy mal!
Todo negocio es fatal,
en general…
La modista, el sombrerero,
el sastre y el zapatero,
el impresor y el barbero,
el cosechero,
el tendero:
todos pierden su dinero,
en perder no hay variaciones…
¡Déjense ya de canciones,
si todos ganan millones,
so guasones,
qué me van a mí a contar!...
Yo nunca he podido ahorrar,
pensar tal es desatino,
y ustedes gastan sin tino
y, aun así, pueden guardar:
señálenme ese camino
tan divino,
y a ver
si lo puedo recorrer…
Que, en cuanto a mí,
juro aquí
que si continúo así
me compraré un berbiquí,
dos ganzúas y otras cosas
sospechosas,
y me voy a dedicar…
¡a lo que el lector se puede figurar!...
(La Correspondencia de España, 9 enero 1922)
¡Está muy mal!
¿El negocio editorial?
¡Está muy mal!
Todo negocio es fatal,
en general…
La modista, el sombrerero,
el sastre y el zapatero,
el impresor y el barbero,
el cosechero,
el tendero:
todos pierden su dinero,
en perder no hay variaciones…
¡Déjense ya de canciones,
si todos ganan millones,
so guasones,
qué me van a mí a contar!...
Yo nunca he podido ahorrar,
pensar tal es desatino,
y ustedes gastan sin tino
y, aun así, pueden guardar:
señálenme ese camino
tan divino,
y a ver
si lo puedo recorrer…
Que, en cuanto a mí,
juro aquí
que si continúo así
me compraré un berbiquí,
dos ganzúas y otras cosas
sospechosas,
y me voy a dedicar…
¡a lo que el lector se puede figurar!...
(La Correspondencia de España, 9 enero 1922)
sábado, 16 de octubre de 2010
Los personajes del drama
Anuncio publicitario con motivo del estreno en el cine Capitol de Barcelona de la película Angelina o el honor de un brigadier, basada en la comedia homónima de Jardiel.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
Angelina y la mujer fatal
La editorial Castalia publicó en 1995 de forma conjunta las comedias de Jardiel Usted tiene ojos de mujer fatal y Angelina o el honor de un brigadier, con introducción y notas a cargo del profesor Antonio Gómez Yebra.
domingo, 25 de abril de 2010
Nueva York en la calle
Dentro de la campaña que la Asociación de Editores de Madrid, en colaboración con el Ministerio de Cultura, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, realiza cada año para fomentar la lectura, con el lema de "Libros a la calle", apareció en 2006 este poema de Jardiel titulado "Nueva York", uno de los más conocidos del comediógrafo, y que empapeló durante muchos meses los vagones del metro.
Etiquetas:
# Carteles y programas de mano,
# Su obra en verso
domingo, 4 de abril de 2010
El estreno de Angelina
Dos momentos del estreno de la comedia Angelina o el honor de un brigadier (Un drama en 1880), que tuvo lugar en el teatro Infanta Isabel de Madrid en 1934, con Isabel Garcés y Pepe Isbert, entre otros.
lunes, 15 de marzo de 2010
Decorados para un estreno
Bocetos de decorados originales de Francisco López Rubio para el estreno de Carlo Monte en Montecarlo, en el teatro Infanta Isabel de Madrid, el 16 de junio de 1939.
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