jueves, 3 de noviembre de 2011

La "fiesta nacional"

Es interesante conocer la opinión de Jardiel acerca de la mal llamada "fiesta nacional". El propio autor lo expresó así en una de sus Gacetillas rimadas:

¡Ya hay toros! Ya se ha salvado
la patria ante el festejo deseado.
Ya podemos, lector,
es un decir, claro es, coger un coche
y hasta hacer un derroche
de puros, de señoras y de humor.
Sentados en el gomas,
entre risas y bromas,
mientras trota el caballo con cachaza
podemos dirigirnos a la Plaza.
Y en una delantera,
o en un asiento pétreo de barrera,
podemos ver con gozo sin igual
nuestra llamada fiesta nacional.
¡¡Recuerno, con la fiesta!
Más monótona que ésta
nunca he visto otra fiesta en todo el Mundo...

Sale un toro y la diña; y el segundo
que sale al redondel
muere también, sangrando por la piel.
El tercero la diña, aunque no quiere,
(en este toro, cuando voy, me harto);
sale y muere lo mismo el toro cuarto,
y surge el quinto, que asimismo muere
bajo la espada que fulmínea hiere.
Corre la misma suerte el toro sexto,
y, si por un pretexto,
la corrida es más larga, el vil esclavo
que atiende por el séptimo, perece,
y, por fin, le acontece
lo mismo al toro octavo.

De ver morir claro es que no me asusto;
¡lo que digo, lector, es que es injusto
dar de fiesta el dicterio
a lo que es, simplemente, el cementerio
del Este o de San Justo!...



(Publicado en La Correspondencia de España, 21 febrero 1922.)

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