LOS TIGRES ESCONDIDOS EN LA ALCOBA
Comedia de intriga en un prólogo y dos actos.
Escrita en el café Varela de Madrid.
Nº de personajes: 17 (6 femeninos + 11 masculinos).
[Nelly, Estrella, Isidra, Merche, Celinda, Sara // Merino, Teófilo, Santiago Araluce, Monsieur Casavieille, Darío Guzmán, Pititi, Pelagio, Joaquín, Julio Julí, Bermúdez, Un mozo].
Escenario: Suite de cuatro habitaciones en un lujoso palacio en la costa norte de España.
Época: Actual.
Secuencia temporal: Prólogo, una mañana de otoño. Acto 1º, de noche, hacia las ocho. Acto 2º, dos horas después.
Sinopsis: Unos ladrones profesionales planean un golpe casi perfecto.
Argumento: Una banda de ladrones, con apariencia de gente noble, prepara una serie de trampas en una suite de hotel con el fin de robar a los siguientes ocupantes de la misma, pero no cuentan con que los próximos inquilinos no van a ser precisamente unos cándidos sino todo lo contrario, e incluso van a encontrarse a viejos conocidos de la profesión.
Desarrollo de las escenas:
[Prólogo]
Todo parece normal en la suite de un lujoso hotel, mientras a Nelly, su huésped, le hacen la manicura y un operario trata de arreglar la linea de teléfono. Llega Santiago, el hermano de Nelly, con aspecto de estar enfermo. Apenas se marchan los empleados su actitud se transforma y se muestran como maleantes, tanto en sus expresiones como en sus ademanes. El jefe de la banda recuerda a sus compinches la necesidad de hablar con corrección para no meter la pata. Llaman al gerente, mientras siguen aparentando ser gente formal y distinguida. Le dan quejas sobre ciertos detalles de la habitación, que en realidad han manipulado ellos, y le piden que les aloje en otra, a lo que el gerente accede. Santiago, apodado “Tigre”, da instrucciones para el traslado, al tiempo que empieza a recelar de alguno de sus socios. Teófilo, un ayudante apodado “Cachorro”, avisa a la manicura y le va explicando cómo suelen actuar; ella le aconseja que se separe del grupo y sea su propio jefe. Son sorprendidos por el “Tigre” en plena conversación, pues al parecer los ha estado escuchando por un micrófono oculto que Teófilo se ha olvidado de desconectar.
[Acto 1]
Nuevos ocupantes en la suite, Darío y Celinda, un matrimonio al que acompaña la hermana de ella, Merche, que dice ser también esposa de Darío. Éste va inspeccionando la habitación y descubre algunas de las trampas instaladas por el “Tigre” y sus secuaces. Celinda cae dormida en un diván, y Merche hace una inspección de la suite, desconectando un micrófono oculto. Celinda habla en sueños, y su hermana va a arreglarse. Llega un tal Julio y le confiesa a Celinda que está loco por ella, pero ella lo rechaza. Él le chantajea con ciertas cartas falsas, dispuesto a mostrarlas a Darío si no accede a sus deseos. Merche los sorprende pero se comporta como si lo supiera todo y despide a aquel hombre. Llega Teófilo a husmear en la habitación, una sirvienta trata de impedírselo pero la engatusa. Merche le sorprende y él disimula como puede. Llega Darío con el gerente y le muestran las trampas que han descubierto en la habitación, prueba irrefutable de que hay ladrones en el hotel. Se sospecha de los anteriores ocupantes de la habitación, justo en el momento en que entran Nelly y Santiago, muy elegantes, indicando que ya había micrófonos allí cuando ellos estaban. Teófilo le descubre al “Tigre”que Celinda es en realidad la “Ingenua”, una antigua novia de su jefe. Santiago se estremece, cuando hace su aparición la propia Celinda junto a Merche, y el “Tigre” queda petrificado. Darío los presenta, pero Celinda parece no inmutarse.
[Acto 2]
Santiago y Teófilo entran en la suite y comentan la presencia de un tipo apostado fuera, junto al ascensor. El “Tigre” parece haber perdido interés por el golpe; el “Cachorro” se lo sugiere y discuten agriamente. Al parecer todo se debe a que las joyas que pensaban robar se las regaló el propio “Tigre” a la “Ingenua” tiempo atrás, razón por la que Santiago ya no las quiere. Llega Julio Julí, un policía, repartiendo órdenes y ofreciendo una serie de explicaciones, entre ellas la existencia de un crimen sin esclarecer cometido tiempo atrás en la persona de un tal Félix “El Pálido”, también ladrón de profesión. Cree que el autor se halla en el hotel, y sospecha de la “Ingenua”. Se suceden una serie de diálogos de los que apenas se puede extraer conclusión alguna, pues todos parecen tener algo que ocultar. Finalmente Merche se revela como la autora del crimen, aunque Julio decide no presentar cargos contra ella debido a la catadura moral de su víctima, convenciendo a los presentes de que ese tal Félix en realidad se suicidó, extremo con el que todos se muestran de acuerdo.
Comentario: Pieza bastante caótica y con escasos momentos cómicos, en la que los líos de falsas identidades se suceden de principio a fin, aumentando de esa forma esa sensación de que 'nadie es quien parece ser' y que 'todos mienten'. La trama es excesivamente enrevesada, llena de micrófonos, maletines que se confunden, pistas falsas, etc., en especial el acto 2º, en donde las explicaciones y los vaivenes argumentales son constantes, condicionando el resultado final de la pieza.
El personaje más interesante es Merche, la 'otra esposa' de Darío, en la que se adivina un punto de locura, y que al final adquiere un especial protagonismo, al resultar la autora de un homicidio cometido tiempo atrás, a la que sin embargo se decide perdonar debido a la catadura moral de su víctima. También es interesante el personaje de Teófilo, el ayudante del Tigre, así como Merino, el electricista al que Jardiel sin embargo saca poco rendimiento debido a su escasa participación en la obra. En cambio, pasa sin pena ni gloria Celinda, nombre con el que se enmascara una tal Araceli, apodada La Ingenua, que fue en su día compañera sentimental del Tigre, y a la que previamente se hace alusión en varias ocasiones.
Es de destacar el empleo de bastantes términos pertenecientes al argot del hampa, y algunos chistes léxicos interesantes, que lamentablemente apenas se prodigan en esta decepcionante comedia.
Creemos que esta pieza de intriga detectivesca no está a la altura que cabría esperar de un talento como el de Jardiel, si bien en su descargo hay que señalar que para entonces ya estaba gravemente enfermo y desilusionado y bastante esfuerzo hizo para poder siquiera terminarla y estrenarla.
Estreno: Compañía oficial del teatro Español, bajo la dirección de Cayetano Luca de Tena, en el teatro Gran Vía de Madrid el 21 de enero de 1949. Duró unos 20 días en cartel.
Reparto: Porfiria Sanchiz (Nelly), Asunción Sancho (Estrella), Pilar Sala (Isidra), Fulgencio Nogueras (Merino), Guillermo Marín (Teófilo), Enrique Guitart (Santiago Araluce), Carlos D. de Mendoza (Monsieur Casavieille), José Rivero (Darío Guzmán), Mercedes Prendes (Merche), Mª Jesús Valdés (Celinda), Maruja Recio (Sara), Seliquín Torcal (Pititi), Manolito Gamas (Pelagio), Rafael Gil Marcos (Un mozo), Manuel Alejandre (Joaquín), Alberto Bové (Julio Julí), José Sanz Díez (Bermúdez).
Crítica del estreno: Se hicieron eco del estreno los siguientes medios de comunicación escrita:
Angel Laborda: "Entrevista ante el estreno", Informaciones, 21-I-1949
Alfredo Marqueríe, Abc, 22-I-1949
Manuel Sánchez Camargo, El Alcázar, 22-I-1949
Manuel Díez Crespo, Arriba, 22-I-1949
Eduardo Haro Tecglen, Informaciones, 22-I-1949
Cristóbal de Castro, Madrid, 22-I-1949
J. de D., Marca, 22-I-1949
Abad Ojuel, La Tarde, 22-I-1949
Jorge de la Cueva, 22-I-1949
Rinconete, La Tarde, 24-I-1949
Otros montajes posteriores:
- 20 abr 2007: Centro de Artes Escénicas de Torrepacheco (Murcia). Compañía "El Mantón" (aficionados).
Publicaciones:
- Los tigres escondidos en la alcoba, Biblioteca Teatral, 1949.
- Obras completas, AHR, 1958, 1960, 1963, 1965, 1967, 1969, 1970, 1971, 1973.
- Tres comedias escogidas, Aguilar, 1962.
LA CRÍTICA HA DICHO:
Fue su última obra y su último esfuerzo. Sólo los que estuvimos junto a él sabemos lo que le costó escribir esta comedia. La enfermedad le iba minando por momentos, y escribir era agotador para él. Tenía una voluntad de hierro y trabajaba mucho, todo lo que podía; pero no le rendía lo que escribía.
Con el estreno de Los tigres escondidos en la alcoba ocurrió algo muy curioso: ha sido considerada como un fracaso, cuando en realidad fue un éxito. En la calle, antes de entrar en el teatro, algunos espectadores habían estado probando sus pitos. No, lector amigo, no has leído mal; probaron algunas personas pitos en la puerta del teatro. Pero, a pesar de los pesares, la comedia fue un éxito. La interpretación por parte de la compañía titular del teatro Nacional fue excelente, y la obra salió sin ningún tropiezo.
(Evangelina Jardiel Poncela)
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Se trata de una comedia policiaca, con un asunto similar a Los ladrones somos gente honrada y una perfección técnica formidable. De nuevo, el primer acto alcanza tal grado de intriga e incertidumbre, hay tal cantidad de personajes que mienten, que disimulan, que no son lo que parecen, que ocultan… Si se piensa, la obra tiene algo de antología, de despedida: El Tigre es un ladrón de guante blanco como aquel Rafles que vivió en la casa madrileña de la adolescencia de Jardiel, en la calle Churruca, y es idéntico al Melancólico de Los ladrones. La solución se produce mediante un proceso de sugestión, repitiendo paso a paso una acción del pasado, como en Blanca por fuera. El polícía que “afila un lápiz mirándolo de lejos” parece el mismísimo Beringola, el gerente del hotel parece salido de Carlo Monte… De no ser por esos pateos organizados, es difícil pensar que esta obra no fuera un éxito. Tanto más cuando estuvo servida por el excelente elenco que componía por entonces la compañía del Español, bajo la dirección de Cayetano Luca de Tena.
(José Ramón Fernández)
¬ ¬ ¬
Tras un buen prólogo, en Los tigres escondidos en la alcoba […] regresamos al ambiente y plan de Los ladrones somos gente honrada: en lugar de la caja fuerte de una casa rica el objeto perseguido es un maletín de joyas en un hotel elegante y los ladrones la banda de Santiago "Tigre", un atractivo y melancólico ladrón de guante blanco que no logra el amor de Celinda ni la felicidad. La trama, muy complicada, está bien dosificada en los primeros actos y el espacio del hotel da lugar a la fantasía situacional de Jardiel, todavía capaz de muchas cosas. El título alude a las intimidades conyugales, que pueden hundir la felicidad de un hombre.
(Víctor García Ruiz)
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