A mediados del propio mes de abril [de 1942] se ofreció en las tablas de la Comedia una de las peculiares producciones de Jardiel Poncela, encaminadas a arrancarle la carcajada al espectador, aun cuando sea con tirabuzón. Y no es precisamente que el autor no conozca ni sepa manejar la gracia fina y espontánea, el chiste natural que como flor del ingenio brota del diálogo: nos lo demuestra, precisamente, en esta comedia, Es peligroso asomarse al exterior, o, mejor dicho, en buena parte de ella. En el prólogo y parte del acto primero pone de relieve Jardiel Poncela que le asisten condiciones de autor cómico de buena solera, y así lo entendió el público y lo demostró de manera inequívoca; pero luego, afanándose en lograr efectos cómicos decisivos, se entrega a retorcimientos de las palabras, de la acción y de la lógica, llegando a tales extremos de dislocación que buena parte de los espectadores, llamándose a engaño, se creyeron en el caso de hacer patente su disconformidad al finalizar la obra. Muy bien los intérpretes en su totalidad: Guadalupe Muñoz Sampedro, al frente de ellos, la excelente actriz de siempre.
Enciclopedia Espasa - Suplemento 1942-44 - Teatro
(comentarios de Antonio J. Mezieres)
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