Caricatura de melodrama moderno en un prólogo y dos actos.
Nº de personajes: 22 (12 femeninos + 10 masculinos).
[Maximina, Obdulia, Catalina, Adelina, Cristina, Josefina, Águeda, Felisa, Rosalía, Visitación, Raimunda, Pili // Baselgo, Atilio, Basilio, Cecilio, Emilio, González Adefesio, Jerónimo, Espinosa, Santurce, Olegario].
Escenario: Alcoba de una casa de campo.
Época: 1926 y 1940.
Secuencia temporal: Prólogo, 8,30 o 9 de la noche de un día de primavera, en junio. Acto 1º, catorce años después, a las 11 de la mañana. Acto 2º, cuatro horas más tarde.
Sinopsis: Historia de cuatro hermanos que se casan con cuatro hermanas y casi cometen incesto.
Argumento: Cuatro hermanas gemelas van a contraer matrimonio con cuatro hermanos gemelos. Hay alguien que trata de impedirlo, debido al parentesco que une a los ocho, pues por lo visto son todos hermanos entre sí. Pero la ceremonia acaba por celebrarse y las parejas se convierten en esposos. Cuando conocen la verdad, la desesperación y el abatimiento invade a todos, pero va descubriéndose que nadie es hijo de quien parece y que hay muchos personajes que se consideran padres o madres secretos de los ocho desposados, sin que al final se sepa a ciencia cierta quién es hijo de quién.
Desarrollo de las escenas:
[Prólogo]
En sendas cunas duermen cuatro niñas que han celebrado su quinto cumpleaños, vigiladas por Obdulia. Llega Baselgo, su esposo y hermano de la dueña de la casa, que se ha fugado de una cárcel en donde cumplía condena por desfalco. Hablan de las cuatro sobrinas, y de dos hijas que ellos tuvieron y que fallecieron prematuramente. Baselgo anuncia a su esposa la intención de huir a Bogotá, para lo cual pretende pedirle dinero a su hermana. Llega Maximina, la dueña, y dialoga con su hermano y accede a prestarle un coche con tal de no verle más por allí, aunque le da un ataque de risa en lo tocante al dinero. Obdulia se ofrece a darle lo que tiene ahorrado. Llega González, abogado e inspector de un patronato que ha instituido un premio de natalidad ganado por Maximina, y cuida de que a las niñas no les falte de nada, aunque es incapaz de distinguir a unas de otras. Se alude a otro parto múltiple que tuvo Maximina un año antes, también de cuatrillizos, que sin embargo murieron al poco de nacer. Aparecen varios personajes varones que se acercan a la ver a las niñas, y todos, al quedarse solos, se refieren a ellas como si fueran hijas suyas. También Baselgo, antes de marcharse, besa a las dos de las niñas a las que llama 'hijas de mi corazón'.
[Acto 1]
Las cuatro hermanas ultiman los preparativos de sus bodas, a celebrar esa misma mañana, en medio de una confusión total de ropas y objetos. A todas les falta por encontrar algo, a pesar de que son ayudadas por sus damas de honor. Llega Maximina repartiendo instrucciones y de paso localizando algunas prendas que sus hijas andaban buscando desesperadamente. Cuando se marcha, Cristina, una de las novias, manifiesta su intención de hablar con un desconocido que por lo visto espera en el jardín en relación con algo relacionado con las bodas, a pesar de que se ha enterado de que es un asesino. Pero la llegada de tres de los novios retrasa sus planes. Éstos conversan con sus novias, a través de las puertas, pero sin verse. Cristina consigue por fin contarle a sus hermanas que hay un desconocido esperando y que ha dejado una carta. Hacen pasar a ese hombre, Olegario, un asesino portador de malas noticias. Éste les cuenta una serie de crímenes horrendos perpetrados en agradecimiento hacia su abogado, aunque acabó en la cárcel por un lío de dinero. Cuando va a contar lo que interesa a las muchachas, irrumpe Cecilio, otro de los novios, que discute con Cristina y sale refunfuñando. Olegario puede al fin hacerles saber que no pueden casarse con esos muchachos. Una de las hermanas sufre un ataque de risa, y otra un ataque de llanto. También les indica que conoce a su tío Florencio Baselgo, que se dirige hacia Madrid para impedir la boda de las muchachas. Éstas replican que ese tío suyo murió hace casi 20 años, y piensan que Olegario es un enviado por el patronato para evitar que ellas cobren un legado. Un criado les confirma que Florencio vive, en efecto, aunque no se habla de él porque su vida no es precisamente ejemplar. Olegario descubre en la casa a González, el abogado que lo salvó tantas veces; éste también lo reconoce y le pide que se marche, ante lo que Olegario rectifica sus planes primitivos y se compromete a dejar casadas a las cuatro parejas. Maximina ve salir a sus cuatro hijas vestidas de novia, de la mano de sus novios, y al momento llega Florencio, quien anuncia que novias y novios son todos hermanos entre sí, pues él raptó a los cuatrillizos que tuvo Maximina, con el fin de cobrar el premio de natalidad, lo que no pudo conseguir por no estar casado con Obdulia. A Maximina le da un ataque de risa y Olegario amenaza con cargarse a todo el que trate de impedir esas bodas.
[Acto 2]
Consternación entre las hermanas al saber que se han casado con sus propios hermanos. De nada sirve que traten de animarlas. Asistimos a las reacciones de unas y otros tras el fatal cuádruple enlace. Culpan de todo a Florencio, pero González trata de quitar hierro al asunto, achacándolo a la fatalidad. Llega Baselgo y tratan de agredirle, pero se salva cuando se dan cuenta del sufrimiento de Maximina, aunque ésta finalmente se muestra feliz por haber recobrado cuatro hijos. Pero los esposos se niegan a sentirse hermanos de ellas y viceversa, tras tres años de noviazgo y de amor. Y no renuncian a sus esposas, a pesar de las revelaciones de Florencio. Hacen traer a éste, escondido tras el intento de linchamiento, quien asegura que él solo trataba de impedir dos matrimonios, los de las chicas morenas, y no los otros dos, dado que éstas no eran hermanas de sus maridos y las otras sí. Comienza así un baile de confesiones y reivindicaciones de paternidades y maternidades ocultas, ante el desconsuelo de Maximina, que ve cómo sus hijas e hijos dejan de serlo para volver a serlo más tarde, etc., merced a las declaraciones de Obdulia, del doctor Espinosa, de Jerónimo, etc. Cecilio, cansado de tantos cambios, decide cortar por lo sano y va a buscar a su esposa para irse con ella a ser feliz, y lo mismo hacen las otras parejas. Suena un disparo en la biblioteca; todos creen que el doctor Espinosa se ha suicidado, y ha dejado una carta explicando las que parecen ser verdaderas filiaciones de las muchachas merced a un juego de sustituciones al nacer unos y otros, concluyendo que no son hermanos ninguno de los que se han casado entre sí. Pero finalmente entra Espinosa, que ha fallado en su intento de suicidio, dispuesto a dar otra versión de las paternidades, pero entre todos le tapan la boca.
Comentario: Obra un tanto discreta dentro de la panorámica del teatro de Jardiel, y en algunos momentos excesivamente alambicada, aun cuando no faltan en ella chispas de genialidad. Todo ello es disculpable sabiendo que se trata precisamente de una caricatura de los melodramas que imperaban en la época.
Todo en ella es excesivo y disparatado, desde la hipótesis poco verosímil de que unos cuatrillizos se casen con unas cuatrillizas, hasta que todos resulten hermanos por parte de madre, y que finalmente no se sepa a ciencia cierta si lo son o no, ni quién es hijo de quien.
De entre todos los personajes destaca Maximina, la madre, viuda rentista a la que se conocía en sus buenos tiempos como “la vampiresa oficial del barrio de Pozas” y a la que no faltan pretendientes. Recuerda mucho a la que años más tarde será Lila, en “El sexo débil ha hecho gimnasia”, tía también de las seis muchachas casaderas a las que ha puesto mote, igual que ha hecho Maximina con sus futuros yernos: el lobo feroz y los tres cerditos.
Junto a ella, nos gusta González Adefesio, el abogado e inspector del patronato, tipo bastante competente a juzgar por los resultados obtenidos con Olegario, otro de los pesos pesados de la obra, un asesino sin escrúpulos que interpreta a su manera la forma de ayudar a los seres que aprecia. También Baselgo resulta un personaje interesante, con un pasado delictivo, siendo quien en definitiva descubre el pastel de los parentescos ocultos entre los novios.
De las muchachas, nos quedamos sin duda con Adelina, la más vivaracha, con un punto de genialidad heredado de su madre; y entre ellos, peor trazados tal vez, es Cecilio el más real y sensato, aunque nos gusta también Emilio con su forma de expresarse.
Los criados, al menos por esta vez, no cobran tanto protagonismo como suele ser habitual, y al igual que sucede con algunos de “Usted tiene ojos de mujer fatal”, los hay que están allí sin cobrar, únicamente por el placer de poder ver cada día a la dueña de la casa, o bien por causas no demasiado claras, como sucede con Obdulia, la cuñada de Maximina.
Al margen de los enredos de la trama, en especial los del segundo acto (en donde la atmósfera cerrada producida por las filiaciones ocultas resulta un verdadero alarde, un prodigio de técnica teatral), la obra no carece de momentos cómicos logrados a base de situaciones, chistes, y recursos léxicos de lo más variado. Hay incluso un anacronismo al comienzo del prólogo, referente a la fecha exacta en que se desarrolla la comedia (20 de julio o 26 de junio), sin mayor trascendencia sin embargo. Por otro lado, tal vez los personajes del prólogo han envejecido poco en los 14 años que han transcurrido al comenzar el primer acto.
En suma, una obra menor de Jardiel pero no por ello carente de momentos felices e ingeniosos.
Génesis y avatares de la obra: Escrita en 1941, en los siguientes lugares: Café Gijón, Granja del Henar, Café Castilla y Café Recoletos de Madrid.
Pertenece al grupo que el propio Jardiel denomina “Comedias sin corazón”.
Su intención no era otra que ridiculizar cierta clase de teatro cuyo paradigma era La Papirusa, de Torrado y Navarro, género basado en nacimientos confusos, hijos naturales, grandes señoras de brocha gorda, situaciones violentas sin base destinadas sólo a sorprender al espectador, y barullos escénicos cursis y ridículos.
Estuvo prohibida por la censura cuando ya llevaba más de 80 representaciones, lo que le obligó a realizar ciertos cortes para que volvieran a autorizarla.
Estreno: Por la compañía titular en el teatro de la Comedia de Madrid el 12 de diciembre de 1941.
Se dieron 175 representaciones.
Reparto: Guadalupe Muñoz Sampedro (Maximina), Antonia Plana (Obdulia), Manuel Gómez (Olegario), José Rivero (Baselgo), José Orjas (González Adefesio), Carlos Lemos, Fernando Fernán Gómez (Basilio), Carmen Sánchez, Elvira Noriega, Antonio Manuel, Consuelo Calderón, Teresa Colli, Carmen Fernández, etc.
[Ninguna de las ediciones existentes incluyen la relación de actores y los papeles que interpretó cada uno de ellos]
Crítica del estreno: Fue el blanco de las diatribas, ataques y agravios de la crítica, seguramente por un afán revanchista, cargando las tintas en que era una obra inmoral. Solamente Marqueríe y Tebib Arrumi tuvieron palabras de elogio para la comedia.
Otros montajes posteriores:
- 7 dic 1943: Teatro Borrás (Barcelona). Compañía de Comedias Cómicas. Intérpretes: María Cuevas, Mª Luisa Moneró, Carmen García de los Ríos, Conchita Bardem, Eduardo Hernández, Antonio Monsell, Emilio Menéndez, etc.
- 19 jul 1945: Teatro Comedia (Barcelona). [Reposición] Intérpretes: Guadalupe Muñoz Sampedro, Luchy Soto, Consuelo Company, Manolo Gómez Bur, Miguel Gómez, Martínez Ferrer, Fidel Díez, etc.
- 27 jun 2001: Teatro María Guerrero. Dirección: Sergi Belbel. Escenografía: Max Glaenzel y Estel Cristiá. Música: Albert Guinovart. Intérpretes: Francesca Piñón, Juanjo Cucalón, Gabriel Moreno, Chico Amado, Gonzalo de Castro, Blanca Portillo (Maximina), Chema de Miguel, Goizalde Núñez, Ruth García, Cynthia Martin, Elena González, Nuria Mencia, Anna Rodriguez, Cristina Pons, Carolina Román, Carlos Santos, Nicolás Vega, Paco León, Toni Misó (Olegario), Pau Durá.
Adaptaciones radio:
- [fragmento y comentarios]. Programa: Teatro Hispano. Fecha de emisión: 29 nov 75 (Radio Exterior de España): Intérpretes: una locutora, un locutor, una actriz, tres actores. Con ráfagas musicales.
Versiones:
- Ponceladas (adaptación de la obra para sordociegos). Grupo de teatro Fundación Barclays, 28 marzo 2009. Auditorio de la ONCE (Madrid).
Publicaciones:
- Madre (el drama padre), Biblioteca Teatral, 1942.
- Tres proyectiles del 42, Biblioteca Nueva, 1943, 1944, 2001.
- Idem, Juventud, 1946.
- Obras completas, AHR, 1958, 1960, 1963, 1965, 1967, 1969, 1970, 1971, 1973.
- Madre (el drama padre), Revista Literaria, 1961.
- Teatro selecto, Escelicer, 1968, 1969.
- Madre (el drama padre), Escelicer, (Teatro), 1969.
- Madre (el drama padre), Biblioteca Nueva, (Arriba el Telón), 2001.
Traducciones:
- Francés: Jean Viet, ed. Jacquemont.
- Portugués: José H. Galhardo.
LA CRÍTICA HA DICHO:
La comedia bufa Madre (el drama padre) pertenece al teatro parodístico. El melodrama basado en amores aparentemente incestuosos de hermanos que no lo son o de paternidades en litigio, queda herido de muerte con esta producción donde están puestos en solfa todos los trucos, enredos, disparates, contrastes, sorpresas y efectos del género folletinesco. Para complicar más la trama de su obra y acumular situaciones, el autor multiplica por cuatro todo lo que sucede en Madre: personajes, asuntos, premisas y conclusiones. La farsa discurre y serpea por cauces donde lo inesperado, lo inusitado son constantes. Y es arrebatadora la hilaridad provocada por frases, por conflictos, por dichos y por hechos. Con ello Jardiel no sólo demuestra su gran calidad humorística, sino también y una vez más esa experiencia de la técnica escénica, que le permite ir acumulando incidentes y dificultades cada vez más insolubles para desenlazarlas después, para enredarlas nuevamente y para volverlas a resolver.
Algunos de los elementos de esta obra, por ejemplo, el teléfono portátil o la carta del suicida, son hallazgos asombrosos. El autor les somete a la presión sobre el exprimidor cuando ya parece que no queda ni una gota de risa, hace que brote de ellos nuevo zumo hilarante.
(Alfredo Marqueríe)
Tal vez donde la caricatura alcanza su momento más álgido es al final de la obra, a punto de descubrirse la verdad del conflicto que como corresponde a toda buena parodia y a la teoría del clímax en Jardiel, no se revela puesto que los dos motivos temáticos claves del melodrama: la identificación de las paternidades y el suicidio por deshonor, están ridiculizados. El primero mediante el empleo de la folletinesca carta explicativa que aquí debido a la letra infame del suicida no hay modo de leer, recurso empleado en Usted tiene ojos de mujer fatal, y Cuatro corazones con freno y marcha atrás, dejando en suspenso la acción. […] El segundo, por la torpeza de Espinosa que no atina con el revólver.
(Mª José Conde Guerri)
MADRE, EL DRAMA PADRE, de E. Jardiel Poncela
Producción: Centro Dramático Nacional
Temporada: 27 de junio al 2 de septiembre del 2001
Director: Sergi Belbel
Las preguntas serían: ¿Cuántos millones ha costado el montaje de la obra? ¿Quién los paga? ¿Qué criterios se tiene en el Centro Dramático para la selección del repertorio? ¿Por qué siempre dirigen los mismos? ¿Cuál es el caché del Director? ¿Alguien puede contestar a estas preguntas?
Seamos objetivos. Primero: virtudes de la obra, "Madre, el drama padre". Bien el dibujo caricaturesco de los personajes. Diálogo con mucha gracia. Argumento ingenioso.
Defectos de la obra citada: Fallo en la estructura (tres horas de duración; primer acto larguísimo; segundo mucho más corto). Título, vulgar donde los haya. No convence la solución del complicado enredo porque nadie la entiende, ni siquiera los personajes (Jardiel). Restos del teatro antiguo, pese al montaje supuestamente moderno, ("102 Dálmatas") huele a naftalina, a moho, polilla y termitas.
Virtudes del Director Sergi Belbel: Muy bien movidos sus muñecos (nunca mejor dicho). Escenario vertical. Puesta en escena epatante, pese al blanco y el negro a pintas.
Defectos del Director: No adaptar la obra a nuestro tiempo. No cortar los tres cuartos de hora que le sobran al primer acto. Insistir en su ignorancia de la "técnica de la actuación" que sólo va en beneficio del público, que es a quién servimos, y no al director a quién nadie importa. Insistir digo, porque ya lo manifestó en la Dirección de "El Alcalde de Zalamea", también patrocinado por el Ministerio de Cultura. Confundir a Jardiel con Beckett o Ionesco. Malograda la cita sobre Jacinto Benavente. Robotizar a sus actores.
Virtudes de los actores: Muy disciplinados. Hablan y pisan. Defecto de los actores: Ninguno.
Conclusiones: Jardiel Poncela no se comió una rosca en vida. ¿Quiero esto decir que en España para triunfar hay que irse al extranjero o es imprescindible morirse? Y un último detalle: en el momento actual hay tres montajes de Jardiel. Los pagados a costa del contribuyente son los de más éxito. El único de empresa privada, el peor considerado. ¿Que intento decir? De pata de banco. De lógica cartesiana. Pues eso mesmo.
Pablo Villamar (2001)
lunes, 25 de enero de 2010
Madre (el drama padre) - Datos técnicos
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# Datos técnicos de sus obras,
Madre (el drama padre)
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2 comentarios:
Estimado Juan Ballester, tu página es un lujo y un placer visitarla. Es una obra de arte y de mucho trabajo que aprecio disfruto a menudo. He adquirido tres ejemplares de la biblioteca teatral, 1941, 1942, 1949, en la feria de viejo en Madrid. He visto que tienes colgados dos de ellos, Es peligroso asomarse al exterior y los tigres escondidos, pero si quieres te envío la imagen de la portada de Madre el drama padre de esta colección. Te doy el correo que utilizo más : cloratadepotasa@yahoo.es
Atentamente, Clorata de Potasa
La informacion y su blog son un exito, pero referente a esta pagina: http://elblogdejardielponcela.blogspot.mx/search/label/Madre%20%28el%20drama%20padre%29 lo que esla obra madre el drama padre, no podria publicar lo que es el guion teatral? o por medio de estos comentarios, es que necesito solo el acto 1, pero no lo puedo conseguir, gracias, espero su pronta respuesta
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