LA MUJER Y EL AUTOMÓVIL
Monólogo.
Escrito en 1934, y dedicado a la actriz Catalina Bárcena.
Nº de personajes: 1 (femenino).
[Georgina].
Escenario: Una carretera desierta, con árboles y un mojón cuentakilómetros.
Época: Actual.
Sinopsis: Una mujer comenta sus desventuras como automovilista, tanto en lo que se refiere al desconocimiento de la mecánica como al propio funcionamiento del vehículo, y la incompatibilidad de la mujer en general para manejar los automóviles, ofreciendo algunos consejos para las mujeres poco diestras en estos menesteres.
Argumento: Georgina ve cómo su automóvil deja de funcionar repentinamente en medio de un cruce de carreteras. Se baja del coche mientras recuerda algunas anécdotas acaecidas referentes a su vehículo, que parece burlarse de ella, pues no sabe nada de mecánica, a pesar de que no ha faltado quien tratase inútilmente de enseñarla. Habla del alma femenina del automóvil, seres caprichosos, sometidos a la temperatura y a la moda. Comenta los paralelismos entre los automóviles y las mujeres y las razones de que a los hombres les gusten tanto unos como otras. Se refiere a diversos modelos y marcas, y comenta que los automóviles no suelen congeniar con la mujer, quizá por la rivalidad existente entre ambos. Pero para la mujer es preciso aprender a conducir automóviles, por lo que supone de libertad y por el tiempo que se gana cuando se va de compras. De modo que ofrece una serie de consejos, a modo de aleluyas, para todas las mujeres que deseen aprender. Al terminar sus consejos, el automóvil se pone misteriosamente en marcha de nuevo y ella sale a la carrera detrás de él.
Comentario: Monólogo lleno de momentos brillantes, incorporando excelentes juegos de palabras y hermosas greguerías, sin olvidar las aleluyas finales que se refieren a aspectos de la conducción y a los diferentes lances que pueden surgir durante la misma: camiones, ciclistas, ancianos, baches, barro, pasos a nivel, etc. Probablemente hoy en día sería fácil tildar ciertos párrafos de machistas, pero hay que tener en cuenta que en la época en que se escribió, la conducción era una actividad mayoritariamente masculina.
Aunque algunos pasajes o comentarios pueden resultar algo obsoletos, y a pesar de recurrir a algún chascarrillo demasiado obvio, los versos que salpican la segunda parte, todos ellos octosílabos con rima consonante, tienen su gracia, abundando los pareados y en menor medida las redondillas y cuartetas.
En suma, es un texto francamente aprovechable de cuya publicación -73 años años después de haber sido escrito- hay que congratularse especialmente.
Estreno: Teatro Coliseum de Madrid, el 31 de marzo de 1934.
Intérprete: Catalina Bárcena.
Otras interpretaciones posteriores:
- 25 sep 1935: Teatro Principal de Vitoria: Catalina Bárcena.
Publicaciones:
- Revista Clarín, nº 71, 2007.
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