jueves, 10 de septiembre de 2009

Las siete vidas del gato - Datos técnicos

LAS SIETE VIDAS DEL GATO


Melodrama de intriga en cuatro prólogos y dos actos, con una ilustración musical anónima.
Pertenece al grupo que el propio Jardiel denomina “Comedias sin corazón”.

Nº de personajes: 22 (12 femeninos + 10 masculinos).
[Clotilde, Lucía, Carlota, Beatriz, Dominica, Luz María, Flérida, Patricia, Celia, Lucila, Felicia, Inés // Gabriel, Guillermo, Sócrates, Ladislao, Mario, Braulio, Barredo, Manzano, Lóriga, Soriano].
Escenario: Gabinete con alcoba en una casa de la calle Mayor de Madrid.
Época: Prólogo 1º, 1873; Prólogo 2º, 1890; Prólogo 3º, 1900; Prólogo 4º, 1906; Acto 1º y 2º, 1943.
Secuencia temporal:Prólogo 1º, 23 de enero de 1873, a las seis de la tarde. Prólogo 2º, 13 de junio de 1890, a las doce del mediodía. Prólogo 3º, 4 de octubre de 1900, a las 8 de la noche. Prólogo 4º, 31 de mayo de 1906, por la mañana. Acto 1º, 25 de abril de 1943, a las seis de la tarde. Acto 2º, mismo día, a las 10 de la noche.

Sinopsis: Una tradición de tragedia, en la que siempre hay presente un gato, se abate sobre una familia.
Argumento: En la familia Arriaga seis mujeres de varias generaciones han muerto asesi­nadas a manos de familiares, por motivos sentimentales, como si de una maldición se tratase. Y siem­pre un gato negro ha estado presente momentos antes del crimen. Cuando Guillermo se casa con Beatriz, temiendo que la historia se vuelva a repetir, la abandona apenas han con­traído ma­tri­monio. Pero ella, lejos de sentirse preocupada por la posibilidad de morir a ma­nos de su esposo, parece encantada con la idea. Y aunque más de una persona está intere­sada en que muera Beatriz, ésta finalmente consigue salir ilesa cuando más complicada pa­recía su situación.
Desarrollo de las escenas:
[Prólogo 1]
Clotilde lee una carta cuando llega una criada con un gato en brazos, que acaba de encontrarse. Lla­man a la puerta y Clotilde guarda la carta dentro de un libro, y se pone a tocar el piano. Entra Gabriel, el esposo, que parece conocer la existencia de la carta pues le pide que se la enseñe. Ella niega tener carta alguna. Forcejean. Él coge el libro distraídamente; ella trata de quitárselo con disi­mulo, él se da cuenta y descubre la carta en su interior. La lee, tras lo cual saca un revolver de un cajón y dispara contra ella, que cae muer­ta sobre la alfombra.
[Prólogo 2]
Barredo, un policía, da órdenes a sus subordinados en relación con un crimen que se acaba de cometer en la casa. Descubre el cadáver detrás de unas cortinas, víctima de un escape de gas. Da indicaciones para tratar de localizar al posible asesino de la mujer. Por la chimenea se escucha un ruido y resulta ser un gato negro que se ha quedado atrapado allí.
[Prólogo 3]
Lucía, sola en escena, cree escuchar ruidos extraños y llama a una criada, que no aparece. Descubre a un gato, lo coge y habla con él. Sigue escuchando ruidos y a lo lejos suena un piano que tocan el el piso de arriba. De repente, tras las cortinas surgen unas manos de hombre que rodean la cabeza de Lucía y le aprietan el cuello. Ella pide auxilio, pero el sonido del piano apaga su voz. Las manos si­guen apretando hasta que ella queda inerte, y vuelven a desaparecer tras la cortina.
[Prólogo 4]
Celia y Lucila curiosean unas partituras en casa de su amiga Carlota. Llega ésta y comenta las extrañas muertes ocurridas en la casa años atrás a su hermana, a su madre y a su abuela. Encuentra un gato en el balcón y lo muestra a sus amigas. Le piden que cante algo y ella canta y toca el piano. Se escucha rumor en la calle, pues es el día del enlace real del rey Alfonso XIII. Salen al balcón para verlo. Se produce una fuerte explosión y Carlota se desploma, malherida, al parecer por un disparo que proviene de la otra ha­bi­tación. Las amigas sales aterradas a ver que ha muerto.
[Acto 1]
Guillermo acaba de contraer matri­monio pero se ha largado de inmediato a su casa con Mario, un amigo, dejando a la novia y a los invitados en la iglesia. Les acompaña el portero del inmueble, La­dislao, que es objeto de burlas por parte de Mario. Éste cuestiona la decisión tomada por Guillermo, y cree que debe es­tar un poco loco. Guillermo le cuenta su desgracia y la de su esposa, debido a la maldición que parece cer­nirse sobre su estirpe, pues varias antepasadas suyas fueron ase­si­nadas en esa habitación por asuntos de celos. Además, ha descubierto que Beatriz es su prima, razón por la que teme más aún que la historia vuelva a repetirse. Llega Beatriz, después de buscar a Gui­llermo por todas partes, a quien Patricia, la por­tera, ha dado el chivatazo de su paradero. Cuenta las peripecias de los días previos a la boda y la angustia al ver marcharse a su esposo apenas recién ca­sado. Reproduce imaginariamente los crímenes cometidos en la casa, que ejerce sobre ella cierta fasci­nación. Aparece el resto de parientes de Guillermo, al frente de los cuales van sus dos tías, la tonta y la lista, provo­cándose escenas de gran comicidad. Los recién casados se encuentran, y ella tiene la se­creta esperanza de que él la mate esa misma noche. Patricia descubre que el número total de mujeres asesinadas allí es de seis, y que antes de cada crimen había aparecido un gato negro. Beatriz comenta que ella acaba de ver un gato por el pasillo de la casa.
[Acto 2]
Ladislao conversa con Sócrates, un trapero con alma de filósofo al que ha hecho venir para tratar de so­lucionar el problema de los señores de la casa. Le cuenta que han tratado de estrangular a Beatriz con un cordón, mientras todos los invitados estaban en la planta de abajo. Beatriz cree que ha sido su esposo, aunque está encantada con ello. Incluso ha hecho preparativos para su muerte: testamento, con­fesión, y hasta ha buscado un vestido apropiado para la ocasión. Sócrates habla con Beatriz; ella se comporta como un espíritu, haciendo algunos trucos con ayuda de Mario, escondido dentro de un ar­mario. Confiesa que en realidad no desea que Guillermo la mate, pues ambos se aman. Sócrates des­cubre que el autor del in­tento de asesinato es una mujer que se pinta las uñas. Llega Flérida, la tía tonta, que al parecer tuvo una hija desaparecida hace años y que debe estar en la casa, porque ha per­cibido su perfume. Patricia confirma este hecho, pues desde hace dos años vive en el piso de abajo una joven, que está enamorada de Gui­llermo, su primo, sin que éste la corresponda. Ella es quien ha tra­tado de estrangular a Beatriz, y al mo­mento llega hecha una furia, seguida de su primo. Forcejean am­bos y hay un tiroteo, cayendo la joven mortalmente herida. Aunque varios llevan pistola, nadie pa­rece haber disparado, hasta que se descubre que ha sido Braulio, otro pariente de Guillermo, ena­mo­rado de Beatriz. Ladislao sale hasta el pasillo y de un disparo mata al gato negro que acaba de entrar.

Comentario: Excelente comedia en la que las situaciones humorísticas se suceden sin cesar. Los recursos cómicos son una vez más variadísimos, desde los tipos pintorescos -Ladislao, el por­tero, verdadero eje sobre el que gira la comedia; Flérida y Dominica, las dos tías, la tonta y la lista -réplica casi exacta de aquellas otras dos hermanas llamadas Magdalena y Baruti, en Un adulterio decente-, que la una por defecto y la otra por exceso resultan el con­tra­punto perfecto, o Sócrates, el trapero que improvisa labores de detective-, hasta los diá­lo­gos y situaciones. Por ejemplo, ese minuto de silencio que Flérida es incapaz de guar­dar, en pleno ataque de risa, o los ataques irónicos de Mario contra Ladislao, o el juego de palabras que hace Beatriz con el ape­llido de Sócrates y el nombre de la calle donde éste vive. Y no di­gamos nada de Beatriz, que como una heroína no sólo afrenta el reto de morir a manos de su esposo, sino que incluso se muestra ilusionada y orgullosa de ello.
En la parte negativa poco hay que destacar. Quizá sobren los cuatro prólogos, que no apor­tan mucho en el conjunto de la obra; quizá esté de más algún detalle 'misterioso', como el te­léfono oculto en la chimenea, por el que Patricia se comunica con alguien en secreto, o la in­ter­vención de la prima desaparecida, personaje bastante traído por los pelos, y cuya si­tua­ción da lugar a una serie de interrogantes que ni siquiera se llegan a plantear, o no di­ga­mos ya la aparición de tantas pistolas al final de la obra, sin que sepamos bien por qué, tratán­dose de gente corriente.
Por lo demás, los diálogos son chispeantes, y el ritmo de la comedia es muy acertado, siendo en suma una obra a la que habría que calificar como notable.

Otros datos:
En las Obras completas se denomina “melodrama de intriga”, pero en la edición de Biblioteca Teatral se califica simplemente de “comedia”.

Estreno: Por la propia compañía del autor (“Compañía de Comedias Cómicas”), en el teatro Borrás de Barcelona, el 17 de septiembre de 1943, y por la compañía titular en el teatro Infanta Isabel de Madrid, el 10 de octubre de 1943.
Reparto: María Cuevas (Clotilde, Lucía, Carlota y Beatriz), Juana Cáceres (Dominica), Conchita Bardem (Luz María), Mª Luisa Moneró (Flérida), Paulina Caballero (Patricia), Elvira Soler (Celia), Carmen Labajos (Lucila), Carmen de los Ríos (Felicia), Aurelia Guillén (Inés), Emilio Menéndez (Gabriel y Guillermo), Ricardo Fuentes (Sócrates), Eduardo Hernández (Ladislao), Gregorio Díaz Valero (Mario), Ricardo Alonso (Braulio), Arturo Marín (Barredo), Rafael Cortés (Manzano), Germán Algora (Lóriga), Manuel Gutiérrez (Soriano).

Otros montajes posteriores:
- 13 jun 1944: Teatro Barcelona. Intérpretes: Isabel Garcés, Irene Caba Alba, Fernando Rey, Rafael Bar­dem, Laura Alcoriza, Isabel Ortega, José Mª del Val, Paco Alarcón, Manuel de Velasco, San Emeterio, etc.

Adaptaciones cine:
Las siete vidas del gato (1970). Dirección: Pedro Lazaga. Guión: Luis G. de Blain. Intérpretes: Es­pe­ranza Roy, Juanjo Menéndez, Antonio Ozores, Patty Shepard, Valeriano Andrés, Mª Car­men Prendes, Mª Luisa Ponte, Jorge Rigaud, Ro­sanna Yanni, José Luis Coll, Carlos Muñoz, etc.
Adaptaciones TV:
Programa: Estudio 1. Fecha de emisión: 25 ene 1967. Intérpretes: Fernando Delgado, Mª Luisa Merlo, Pablo Sanz, etc.

Publicaciones:
- Las siete vidas del gato, Biblioteca Teatral nº 67, ca. 1944.
- De "Blanca" al "gato" pasando por el "bulevar", Biblioteca Nueva, 1946.
- Idem, Juventud, 1947.
- Obras completas, AHR, 1958, 1960, 1963, 1965, 1967, 1969, 1970, 1971, 1973.
- Obras Selectas, Biblioteca Nueva, 2003, 2004.


LA CRÍTICA HA DICHO:

Es la obra que más nos recuerda a Eloísa está debajo de un almendro, pues aquí Beatriz, la protagonista, al saber que, según la tradición familiar, su marido la mataría, siente un atractivo siniestro por estar con él, para que la asesine; en Eloísa, es Clotilde la que, creyendo que Eze­quiel mata mujeres, se empeña en ir a su casa para ser asesinada, sintiendo el mismo atractivo. También, como en Eloísa, Beatriz encuentra en un armario un traje de la señora ase­si­nada, el cual se pone. El asunto de la muerte es, del mismo modo, parecido: Braulio intenta matar por celos (en Eloísa se había producido el asesinato antes de que empezase la acción).
Hay un pequeño defecto: un teléfono oculto suena y no se explica quién llama ni para qué lo hace: la única posibilidad es pensar en un eslabón más que Jardiel pone en la cadena de mis­terios, pero no tenía necesidad de ello.
(Manuel Ariza)

¬ ¬ ¬

Lo que en otros pasa y hasta gusta, en Jardiel defrauda, y sin duda, Jardiel escribió el melo­dra­ma de intriga Las siete vidas del gato para demostrar -gran lección escénica- cómo conve­nien­temente dosificado y graduado se puede mezclar lo trágico y lo grotesco, lo dramático y lo hu­morístico, la realidad y la fantasía, lo lógico y lo absurdo, sin que una obra pierda su línea de ar­monía cuando el pulso del autor es firme y entero. Es este un melodrama escrito “de vuelta”, es decir, de un modo apasionante unas veces y humorístico otras. Donde hay: estampidos de pis­to­letazos, explosiones de bombas, estallidos y olor a pólvora -que es como el acre perfume que embriaga la fantasía del autor, de los intérpretes y del público-, lazos y nudos corredizos, pa­sajes secretos, escaleras disimuladas, cortinas que se mueven sinies­tra­mente, escapes de gas, ar­marios que son puertas y que se abren y cierran a la palabra, pianos que tocan solos, manos estranguladoras que parecen garras, crímenes por amor y celos, personajes sospechosos, trajes antiguos que evocan las figuras de las asesinadas, detalles reveladores, indicios que son claves, pistas claras y confusas, teléfonos secretos escondidos en las chi­meneas, locos falsos y locos ver­daderos -otra vez surge la necesidad de apuntar la necesidad de un gran ensayo sobre la lo­cura en el Teatro jardielesco- y, en suma, cuantos elementos puede acumular la imaginación brillante y exhuberante del autor para lograr el fin que se propone.
(Alfredo Marqueríe)

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