Una adaptación cinematográfica

Margarita, Armando y su padre

Nacionalidad: Argentina (1938). Producción: José Guerrico (Lumitón).
Dirección: Francisco Múgica. Guión y diálogos: Enrique Jardiel Poncela, según obra homónima.
Música: Enrique Pedro Delfino. Escenografía: Ricardo Conord. Fotografía: Pablo Tabernero. Director de fotografía: José Mª Beltrán.
Intérpretes: Mecha Ortiz (Margarita), Florencio Parravicini (Spaghetti), Ernesto Raquén (Armando), María Santos (Julia), José Alfayate (Román), Susy Derqui (Luz de Bengala), Héctor Quintanilla (Caballo de Atila), Alita Román (Cristina), Pedro Quartucci (An­toñito), Enrique Roldán (Landaluce), Carmen Lamas (Flora), Olga Mon (Rosita), etc.
Duración: 90 min. Procedimiento: B/N.
Estreno: 19 de abril de 1939.
Premios: Medalla especial en la Bienal de Venecia.

Proyecciones posteriores:
- 8 y 9 ago 2001 (Homenaje a Jardiel Poncela presentado por Román Gubern, Universidad de Valladolid)

La crítica ha dicho:
1) Significó este film el impulso decisivo para la internacionalización del cine ar­gen­tino: el diario La Razón la llamó el día siguiente de su estreno: “de las películas rodadas en el país la de calidad artística más cabal” y en La Prensa aparecieron estas palabras: “las más com­pleta y lo mejor que conocemos en películas nacionales”. Traía aquella producción un tono creador y una serie de primores de origen literario en una intención de comedia moderna mucho más valiosa que cuanto se acometió hasta entonces en los estudios porteños: la medalla especial que el jurado de la Bienal de Venecia concedió a Margarita, Armando y su padre fue el primer reco­no­cimiento internacional del cine argentino.
(Carlos Fernández Cuenca)

2) La película es "fruto de la mezcla de comedia del año 31 y la inter­textualidad, ya que habla de "La Dama de las Camelias" dentro de su propia película, e incluso aparecen alusiones directas al prin­cipio y al final del filme".
Al contrario de la trama de "La Dama de las Camelias", en la que el padre se opone a la relación amorosa de su hija y su amante provocando un drama, en su guión Poncela hace que el padre anime a su hija y a su novio a que sigan con su relación esperando que así se harten el uno del otro, lo que al final termina pasando.
Además de ser una película "muy divertida" plasma realidades que son actualidad y que en la época de este cineasta "no habían sido muy bien aceptadas", ya que es una historia de dos personas que viven juntas sin estar casadas, "lo que el régimen de Franco no hubiera visto con muy buenos ojos".
(Román Gubern)