domingo, 30 de agosto de 2009

Lumbre de cigarro

Con estos versos se abre el acto I de Angelina o el honor de un brigadier. Existen dos variantes del poema, con ligeras diferencias, de las que dejamos constancia aquí:

VERSIÓN 1

Lumbre de cigarro, lava
de un Vesubio en miniatura
cuya combustión perdura
hasta que en colilla acaba;
¡cómo, a mi modo de ver,
te pareces en tu esencia
al ser de hermosa presencia
conocido por mujer!
Puesto en opuesto platillo
el cigarro y la mujer,
se equilibran a mi ver
la mujer y el cigarrillo,
y en ese ejercicio sumo
queda en el fiel la balanza,
porque de ambos la esperanza

en la realidad es humo. *
Humo que a los dos evoca
fundiendo el nombre con nombre,
por lo cual ansía el hombre
llevarse ambos a la boca;
idéntico de sencillo:
y al final siempre ha de ser
o fumarse el cigarrillo
o fumarse la mujer…

VERSIÓN 2

en realidad es humo. *
Humo que a los dos evoca
fundiendo nombre con nombre,
por lo cual decir me toca
que el resumen de la loca
vida pasional del hombre
es, por más que ello os asombre,
llevarse ambos a la boca.

Aquí puedes escucharlo recitado en la voz de Tomás Galindo (Oz):

http://www.goear.com/listen/031ffee/Lumbre-del-cigarro-enrique-jardiel-poncela

1 comentario:

Diego Fdez. Sández, autor de "Jenny Hill y el Caso de los 3 Diamantes", comediógrafo y novelista dijo...

Sobre el ilustre fumador Jardiel Poncela :-) https://dfsandez.blogspot.com/2022/09/lumbre.html