A las seis, en la esquina del bulevar - Datos técnicos

A LAS SEIS, EN LA ESQUINA DEL BULEVAR

Entremés en un acto dividido en dos momentos.

Nº de personajes: 4 (3 femeninos + 1 masculino).
[Cecilia, Casilda, Beni // Rodrigo].
Escenario: Salita-boudoir en una casa.
Época: Actual.
Secuencia temporal:Momento 1º, la una de la tarde de un día de junio. Momento 2º, al día si­guiente, hacia las nueve de la noche.

Sinopsis: La esposa y la amante de un hombre quieren comprobar la fidelidad de éste po­nién­dole a prueba.
Argumento: La amante de un hombre casado llega a casa de éste sin saber que está la esposa, la cual cree que es una antigua amiga. La esposa descubre que han tenido una relación sentimental en el pasado, pero, convencida de que ahora la situación es diferente, acepta el plan de la amante para comprobar hasta qué punto el esposo le es fiel. Le inventan una cita con una desco­nocida para el día siguiente, a la que el marido no asiste. La esposa cree que ha sido porque no le interesa, pero finalmente se descubre que ha sido porque no ha recibido la carta que debía entregarle el portero.
Desarrollo de las escenas:
[Momento 1]
Cecilia reprende a su criada y le recuerda los horarios de la casa, debido a que ella acaba de anunciar la visita de una señorita que va a poner contentísimo a Rodrigo, al parecer una amiga de la infancia de éste. Llega Casilda, la visita, conversando con Beni, la criada, y al momento regresa Cecilia, que había ido a avisar a su esposo. Charlan amigablemente y Cecilia reconoce su adoración hacia Rodrigo, a quien tiene por esposo ejemplar. Llega al fin Rodrigo; Casilda va hacia él como hipnotizada, pero él se muestra frío y distante. Sólo Cecilia parece estar a gusto en ese momento. Rodrigo pide su ropa de calle y la esposa sale a buscarla. Apenas quedan solos, Casilda se encara con él, reprochándole su falta de noticias y sus evasivas cada vez que quiere verle. Rodrigo le anuncia que entre ellos ya ha acabado todo, pues no está dispuestoa arriesgar su felicidad actual, y le pide que no vuelva más por allí. Casilda acepta y parece que quedan como amigos. Regresa Cecilia con la ropa de calle de su esposo. Él se muestra muy confuso y se marcha. Hablan las dos mujeres. Casilda invenmta una mentira, pero Cecilia la desenmascara, pues ha estado escuchando la conversación anterior, y se vanagloria de la fidelidad actual de Rodrigo, cosa que Casilda pone en duda. Convienen en tender una trampa al esposo para comprobarlo, y a través de Beni, la criada, redactan una carta de amor de una mujer imaginaria que le cita para el día siguiente, a las seis en la esquina de un bulevar.
[Momento 2]
Casilda y Cecilia llegan a casa, pero Rodrigo aún no ha regresado. Cecilia se muestra sonriente y animada, al contrario que Casilda. La esposa parece restregarle su triunfo a la amiga, que se sienta en un sillón mien­tras Cecilia habla de la cita de Rodrigo con la mujer imaginaria, a la que finalmente Rodrigo no ha acudido. Casilda se siente ridícula; Cecilia sale para darle un regalo. Se escucha entrar a Rodrigo, en­fa­da­dísimo. Casilda se esconde para que él no la descubra allí. Entra Rodrigo hecho una furia, des­po­tricando contra todos. Dice que al portero se le ha olvidado darle una carta para él citándole a las seis, para un negocio de miles de duros. Cecilia, al oírlo, queda petrificada. Cuando el esposo ha salido, reaparece Casilda, pletórica y muy satisfecha esta vez, pues sabe que ha ganado la apuesta. Se despide de Cecilia y sale, sonriente.

Comentario: Pieza bien construida y con unos diálogos fluidos y no exentos de humor. Incluso las acotaciones iniciales están repletas de gracia y de comentarios equívocos. Hay que resaltar el largo parlamento de Cecilia, en la segunda parte, aunque tal vez pueda parecer que habla más para el público que para Casilda, a quien se supone enterada de todo. Al final triunfa la tesis de Casilda, partidaria de que, en cuestión de amores, todos los hombres son iguales, frente a la de Cecilia, que afirma la fidelidad incondicional de su esposo. Como detalle de interés, hay que re­saltar el contraste que Jardiel establece entre la mujer perro -Cecilia- y la mujer gato -Casilda-, idea ésta que ya expone en otra de sus piezas breves: El amor del gato y del perro.

Estreno: 16 de julio de 1943 en el Cinema Alcázar de Cartagena.
Posteriormente, por la propia com­pañía del autor en el teatro Borrás de Barcelona, el 17 de sep­tiembre de 1943, y por la compañía titular en el teatro Infanta Isabel de Madrid, el 10 de oc­tubre de 1943.

Otros montajes posteriores:
- 10 abr 46: Teatro de la Comedia: Amparo Rivelles, Ana Mª Campoy, Alejandro Ulloa.
- 10 feb 1959: Ateneo del antiguo colegio de San José ( Barcelona).
- 5 ago 67: Teatro Beatriz: Escenas de teatro comparado. Dirección: Josita Hernán.
- 1 abr 1969: Ateneo de Madrid. Dirección: Fernando Gómez Herranz.
- ca. 2001: dentro del espectáculo Humor se escribe con j. Dirección: José Francisco Tamarit. Compañía Acatap.

Adaptaciones TV:
- 4 sep 1966: Teatro breve: Intérpretes: Lola Cardona, Mª Luisa Merlo, Pablo Sanz, Laly Sol­de­villa.

Publicaciones:
- De "Blanca" al "gato" pasando por el "bulevar", Biblioteca Nueva, 1946.
- A las seis en la esquina del bulevard, La novela del sábado, 1943.
- Eloísa está debajo de un almendro / A las seis, en la esquina del bulevar, Escelicer, (Teatro), 1952, 1959.
- Obras completas, AHR, 1958, 1960, 1963, 1965, 1967, 1969, 1970, 1971, 1973.


LA CRÍTICA HA DICHO:

A las seis, en la esquina del boulevard, es un entremés particularísimo. No es humorístico, sino irónico, aunque no llega al sarcasmo; en él aparece el tema de la infidelidad conyugal, que re­fleja la sabida incredulidad de Jardiel hacia el matrimonio. También es raro en cuanto que acaba mal, aunque sólo sea por la intención en el engaño.
(Manuel Ariza)

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Es un entremés que trata el tema de la infidelidad conyugal con la máxima ironía; aflora el talante escéptico del autor. Cecilia, cuando aún disfruta de las primeras mieles de su ma­tri­monio, se vale de un pequeño truco para adquirir la convicción de que su marido la engañará en cuanto se presente una oportunidad. Como señala Escudero, el tema es “el poder fascinante que tiene lo desconocido y lo que cuesta, sin embargo, mantener los afectos desaparecido ya ese halo de misterio, cuando el conocimiento entre los cónyuges es total”.
(Felipe Pedraza / Milagros Rodríguez)