domingo, 9 de agosto de 2009

Una gacetilla con sabor a pavo

Soy de lo castizo esclavo;
por eso voy a escribir
algo sobre nuestro pavo…
pavoroso porvenir.

¡Oh, pavo, yo te bendigo!
Ya llegó como otras veces
el sabrosísimo amigo
de las trufas y las nueces.

Gritan las gentes cansadas
de todos los gobernantes,
y estamos lo mismo que antes
¡Dejémonos de pavadas!

Por esas calles se ven
los pavos a tutiplén,
y andan los animalitos
asustados por las motos.
Se hacen múltiples gestiones
como en días de elecciones;
hoy se deshacen pavitos,
entonces se hacen pa votos.

Se sube todo alimento
en un doscientos por ciento.
No hay quien tal subida venza.
¡Nos siguen hincando el clavo!
Dicen que aquí no hay vergüenza
cuando se nos sube el pavo

Hoy no es día de bailar
danzas norteamericanas;
se hace preciso girar
al compás de unas pavanas

Porque desde aquí sostengo
que hoy el pavo es el privado.
¡con decirles que hasta tengo
el reloj empavonado!


Publicado en La Correspondencia de España, 23 diciembre 1921.

No hay comentarios: